El 4 de agosto de 1496, el Adelantado Bartolomé Colón, hermano del Almirante Cristóbal Colón, por instrucciones suyas fundó la ciudad o villa Nueva Isabela, que más tarde tomaría el nombre de Santo Domingo. La Nueva Isabela fue fundada en la margen oriental del río Ozama y tras ser destruida por un huracán en 1502, fue trasladada a la margen occidental de ese río el 4 de agosto de ese año por el nuevo gobernador Frey Nicolás de Ovando.
En los gobiernos sucesivos de Frey Nicolás de Ovando y el Virrey Diego Colón, hijo del Almirante Cristóbal Colón, Santo Domingo empezó a desarrollarse y se construyó una serie de edificios que aún son partes importantes de la ciudad, así como otros, de los cuales tan solo se conservan las ruinas. Entre ellos se destacan: la Catedral de Santa María La Menor o Catedral Primada de América; el Alcázar de Colón, primer castillo de América y residencia del Virrey de las Indias, don Diego Colón; el Monasterio de San Francisco, las ruinas del primer monasterio en América; el Museo de las Casas Reales, el antiguo Palacio del Gobernador General; la Fortaleza Ozama, la más antigua fortaleza en América; el Panteón de la Patria, un antiguo edificio jesuita que acoge los restos de los hombres y mujeres más destacados en la defensa del país, así como la Iglesia del Convento Dominico, el primer convento en América, donde Fray Antón de Montesinos dijo el Sermón de Adviento de 1511 y donde fue instalada por primera vez la Universidad Santo Thomás de Aquino el 28 de octubre de 1538.
La ciudad de Santo Domingo ha sido punto de atracción de conquistadores, cronistas, escritores, navegantes, viajeros, piratas, corsarios, turistas y habitantes de los diferentes pueblos que integran la República Dominicana. En 1606 el gobernador Antonio de Osorio hizo el primer censo para determinar la situación socioeconómica de la Isla de Santo Domingo, el cual arrojó el dato de que el 56% de los vecinos y sus esclavos vivían en la ciudad de Santo Domingo y sus alrededores.
Al momento de proclamarse la Independencia Nacional el 27 de febrero de 1844 la población dominicana no pasaba de 100 mil personas en total, mientras que según informaciones extraídas de documentos de 1842 (Marte, 1984), dan cuenta que la población de la ciudad de Santo Domingo era de 6, 000 habitantes. En tanto, que el Legajo 3524, Expediente 66, que reposa en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, contiene la información de que la ciudad de Santo Domingo tenía una población de 25,000 habitantes.
Para 1863 el censo que hizo la iglesia católica estimaba la población total de la República Dominicana en 200,700 habitantes. El presbítero Fernando Arturo de Meriño en su obra Elementos de geografía física, política e histórica de la República Dominicana, publicada en 1867, asegura que la ciudad marítima de Santo Domingo tenía 10,000 habitantes.
En 1887 fue realizado un nuevo censo por la curia, que evidenciaba un gran crecimiento: la población fue fijada ahora en 382,312 almas. Abad estimaba que en 1888 la población dominicana era de 415,000 a 416,000 habitantes. Este crecimiento lo confirmaba un estimado de 458,500 habitantes en 1898, realizado por el Obispo de Santo Domingo, Fernando Arturo de Meriño. Las ciudades más pobladas para entonces eran Santo Domingo, Santiago de los Caballeros, Puerto Plata, Azua, Monte Cristi y El Seibo.
Samuel Hazard (2012), quien vino a la República Dominicana como parte de la Comisión Norteamericana enviada por el presidente norteamericano Ulises Grant, visitó la ciudad de Santo Domingo en 1871 y la denominó “un lugar viejo y extraño” donde “ninguna mano del progreso” era visible. Hazard también afirmaba: “En realidad, es dudable si la ciudad de Santo Domingo, bajo cualquier circunstancia, se convertirá jamás en un gran centro comercial… Aún su posición como capital será debatida, creo, por la ciudad del interior, Santiago, la cual, localizada en el centro de la isla, en medio de una región agrícola de la más alta calidad, con comunicaciones por vía acuática a todas partes, tendrá, ayudada por el ferrocarril, el poder decisivo de la isla, convirtiéndose en una segunda Chicago”.
En 1893 la población de la ciudad de Santo Domingo había aumentado a 14,072 habitantes. Santo Domingo tenía entonces, según documentos publicados por Paulino Ramos (2008): “Calles, de Norte a Sur: 15; de Este a Oeste: 19; cuarteles municipales: 6; Iglesias Católicas: 14; Protestantes: 1; Edificios Públicos: 33; casas altas: 293; bajas: 2.354; Establecimientos de Enseñanza Públicos: 20; particulares: 17; Bibliotecas Públicas: 4; Librerías: 4; Periódicos Nacionales: 12; Talleres de pintura, fotografía, escultural, fundición, herrería y maquinarias: 6; Abogados: 20; Notarios Públicos: 5; Ingenieros, agrimensores y maestros de obras: 12; Médicos: 18; Boticas: 10; Dentistas: 4; Asilos de Beneficencia: 3; Manicomio: 1; Sociedades Literarias: 3; Filantrópicas: 10; de recreo: 6; filarmónica: 1; religiosas: 6; coches de alquiler: 23; particulares: 24; carretas: 135; vagones: 11; Fábricas comerciales: 20; Parques: 3; Plazas y Plazoletas: 8; Cementerios: 2; Alumbrado público (faroles): 356; Hoteles, cafés, restaurantes: 11; Clubs: 2”.
En 1898 el padre Meriño fijaba la población de Santo Domingo en 20,000 habitantes. Para finales de los años ochenta, el crecimiento de la capital fue mucho más espectacular que el de Santiago, lo cual resultó en una población dos veces mayor a final de los años noventa. En ese mismo período la común de San Pedro de Macorís creció, gracias al azúcar, de una pequeña aldea a una ciudad de unos 8,000 mil habitantes. La explosión demográfica y urbana del Sur frente al Cibao queda claramente ilustrada.
El gobierno de ocupación norteamericano, que presidía el general Thomas Snowden, mediante la Orden Ejecutiva No. 552 dispuso la realización de un Censo Nacional de Población y Vivienda entre el 19 de enero y el 24 de diciembre de 1920.
El Censo de 1920 arrojó que la República Dominicana estaba integrada por 894, 652 personas, de las cuales el 16.4%, equivalente a 146, 652 personas, vivía en la ciudad de Santo Domingo. Para entonces, existían 12 provincias y sólo cuatro (Santo Domingo, Santiago, La Vega y Azua) contaban con más de 100 mil personas, viviendo la mayoría de ellas en la zona rural. Estos datos revelan que el país para entonces era una especie de pequeña aldea pobre y deshabitada.
Estos y otros datos de carácter socioeconómico y legal le sirvieron de apoyo al gobierno norteamericano para implementar el Sistema de Torrens de tenencia de la tierra, el cual establecía el derecho a la propiedad de la tierra de todos aquellos que pudieran probar su ocupación por más de 10 años. En este tiempo se hicieron comunes las falsificaciones de títulos de propiedad, ocasión que aprovecharon los inversionistas norteamericanos y de otras nacionalidades para formar grandes emporios azucareros y latifundios ganaderos de la región Este.
Este hecho contribuyó a que muchos campesinos del Este, del Suroeste y del Cibao fueran despojados de sus tierras por carecer de títulos de propiedad y se vieran estimulados a combatir a las tropas norteamericanas entre 1917 y 1922, realizando rebeliones como la de los “Gavilleros” en San Pedro de Macorís, La Romana, Hato Mayor y el Seibo; de Olivorio Mateo en San Juan de la Maguana y de la Barranquita, en Valverde Mao.
El Censo de 1935, que arrojó una población total del país de 1, 479, 417 habitantes, casi el doble en tan sólo 15 años muestra cambios significativos en la composición de la población. Esto se explica en virtud de las inmigraciones constantes de extranjeros que hubo en ese periodo y las campañas sanitarias realizadas por el gobierno de ocupación militar norteamericano que permitieron combatir el paludismo, enfermedades venéreas como la sífilis y los parásitos intestinales que afectaban a la mayoría de población dominicana.
El Distrito de Santo Domingo, que ocupaba el primer lugar en 1920 pasó en 1935 a ocupar el sexto lugar con 102, 697 personas, por debajo de las provincias Santiago, La Vega, El Seibo, Duarte y Presidente Trujillo (hoy San Cristóbal). Esto se debe al impacto negativo que tuvo el ciclón de San Zenón en la ciudad de Santo Domingo, a las medidas restrictivas puestas en práctica por el Gobierno para limitar el acceso de la población campesina a las ciudades y los estímulos dispuestos por Trujillo para la población campesina para disminuir la migración del campo a la ciudad.
En el año 1935 el Senado de la República Dominicana aceptó la Ley que cambió el nombre a la ciudad de Santo Domingo por el de Ciudad Trujillo, junto a la Cámara de Diputados. En el año 1942 el voto de los senadores favoreció a que se diera carácter constitucional al cambio de nombre de la ciudad de Santo Domingo por Ciudad Trujillo. El premio que recibieron los senadores por esa afrenta fue la prolongación de su periodo de gestión de cuatro a cinco años.
Para el censo de 1950, la población dominicana llegó a 2, 135,872 habitantes. El país estaba dividido 19 provincias y el Distrito de Santo Domingo. Las cinco demarcaciones más habitadas eran Santiago, con 259,947; Distrito de Santo Domingo, con 239,464; La Vega, con 195,424; Trujillo, con 164,674, y Duarte, con 164, 400. Estos datos revelan que al cumplirse 20 años del establecimiento de la dictadura de Trujillo los controles de la migración de la población campesina a las ciudades habían sido flexibilizados.
A partir de 1950 se inicia la construcción de ensanches y barrios en Santo Domingo y en Santiago para alojar militares, policías y empleados del Gobierno, entre los que destacan Ensanche Ozama, Ensanche Luperón, Mejoramiento Social y María Auxiliadora. De igual manera, inicia el proceso de construcción de barrios marginales como Cristo Rey, La Zurza, Capotillo, El Aljibe (hoy Simón Bolívar), Las Cañitas, Gualey, Guachupita, Los Guandules, La Fuente, Los Mina, Los Tres Brazos y otros en las márgenes de los ríos Ozama e Isabela, debido al monopolio cada vez más creciente de la tierra que implantó Trujillo en los campos, lo que le obliga a declarar hacia el año 1956 de utilidad pública esos terrenos cañeros que estaban en mano de la familia Vicini para que los sectores pobres pudieran construir sus viviendas.
En el censo de 1960, en los días finales de la dictadura de Trujillo y teniendo como presidente títere al doctor Joaquín Balaguer, los habitantes de la República Dominicana eran 3, 047,070. Las provincias habían aumentado a 26, incluido el Distrito Nacional. La población estaba concentrada en cuatro demarcaciones.
El Distrito Nacional volvió a ocupar el primer lugar con 466,830 habitantes, Santiago tenía 291,690, San Cristóbal 252,280 y en La Vega 247,150. Esto pone de manifiesto que los controles migratorios internos eran muy exiguos, en virtud de los múltiples frentes externos que para entonces tenía abierto el Gobierno con las expediciones armadas y la comunidad internacional, a través de organismos como la OEA, por los intentos de asesinatos de presidentes latinoamericanos como Rómulo Betancourt.
De acuerdo con los datos arrojados por el censo de 1970 la población ascendió a 4, 009,458 habitantes. El país estaba dividido en 26 provincias y el Distrito Nacional. La Romana era la nueva provincia. El Distrito Nacional, con 813,420 habitantes; Santiago, con 385,625; San Cristóbal, con 324,673, y La Vega, con 293,573, tenían más del 30% de la población nacional. Estos datos revelan de forma evidente que la ciudad de Santo Domingo y sus alrededores se había convertido en el punto de atracción fundamental de la población que habitaba la República Dominicana, al situarse muy próximo al millón de personas.
El censo de 1981 arrojó que el país estaba habitado por 5, 545,741 personas. La división territorial era la misma: 26 provincias y el Distrito Nacional. El Distrito Nacional, Santiago, San Cristóbal y La Vega encabezan la cantidad de habitantes. En el año 1981, el Distrito Nacional tenía una población de 1, 540, 786 habitantes, lo que le permitió casi duplicar la población que tenía en 1970, debido a la intensificación de la migración del campo a la ciudad de Santo Domingo, por ser el centro de producción industrial, comercial y administrativo principal del país.
La República Dominicana tenía, según el censo de 1993, una población de 7, 293,390 habitantes. El país estaba dividido en 29 provincias y el Distrito Nacional, siendo la población de este último de 1, 315, 208 habitantes. En esta ocasión se pone de manifiesto una tasa de crecimiento negativa en la ciudad de Santo Domingo, lo que se debe a los controles de natalidad impulsados por el Estado e instituciones privadas como Profanilla, lo que se ha reflejado en una disminución significativa de la tasa de fecundidad. De igual manera, ha influido la emigración al extranjero, que entre los años 1960 y 1990 ascendió a la astronómica suma de más de un millón de dominicanos en Estados Unidos y más de 200 mil a Europa.
En octubre de 2001 el Congreso Nacional aprobó la Ley 163-01 que redujo considerablemente el Distrito Nacional a los márgenes occidentales de los ríos Ozama e Isabela por el Este y el Norte, el mar Caribe por el Sur y la Avenida Gregorio Luperón por el Oeste, al tiempo que creó la provincia Santo Domingo, con cuatro municipios: Santo Domingo Este, Santo Domingo Norte, Santo Domingo Oeste y Boca Chica. A lo que antes era el Distrito Nacional actualmente se le denomina el Gran Santo Domingo.
El censo de 2002 determinó que el país tenía 8, 562,541 habitantes. El país estaba integrado por 31 provincias y el Distrito Nacional. Los centros poblacionales más habitados eran el Distrito Nacional, Santo Domingo, Santiago, San Cristóbal y La Vega. El Gran Santo Domingo tenía 2,731, 294 habitantes, teniendo la provincia de Santo Domingo 1, 817, 754 personas y el Distrito Nacional 913, 540 habitantes.
El último censo de 2010 arroja una población total de 9, 445, 281, distribuida en 31 provincias y el Distrito Nacional. El Gran Santo Domingo elevó la cantidad de habitantes en este censo a 3, 339, 410 habitantes, de los cuales la provincia Santo Domingo tenía 2, 374, 370 personas y el Distrito Nacional 965,040 habitantes.
Los censos de población del último siglo, pero sobre todo de 1950 hasta el 2010, revelan que la ciudad de Santo Domingo tiene la preeminencia en el proceso de urbanización y en la migración rural-urbana, lo que explica que más de la mitad de los migrantes interprovinciales es atraída por la capital de República Dominicana.
La ciudad de Santo Domingo en la actualidad concentra más del 40% de la población nacional y es el centro urbano de mayor tamaño de la cuenca del Caribe. A esto ha contribuido el proceso de modernización creciente del país en todos los órdenes a partir de la primera ocupación militar norteamericana entre 1916-1924, el gobierno de Horacio Vásquez entre 1924-1930, la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo entre 1930-1961, los gobiernos del doctor Joaquín Balaguer 1966-1978 y 1986-1996, los gobiernos del PRD 1978-1986 y 2000-2004, los gobiernos del PLD de 1996-2000, 2004-2008, 2008-2012, 2012-2016 y 2016-2020, así como el gobierno de Luis Abinader 2020-2024, aunque a un costo muy elevado en vidas, bienes y recursos del Estado.
En el país se ha establecido una amplia red de carreteras y autopistas que al presente supera los 20 mil kilómetros, lo que ha convertido a la República Dominicana en uno de los países de mayor densidad vial de América Latina, superando así el aislamiento a que estuvo sometida por más de cuatro siglos.
El 8 de diciembre del año 1990 la Ciudad Colonial de Santo Domingo fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO), la cual abarca un área de 93 hectáreas. Desde entonces fue sometida a un amplio proceso de remodelación con el propósito de preservar el invaluable patrimonio y tesoro histórico que representa. En la actualidad la Ciudad Colonial es una de las zonas turísticas más trascendentales de Santo Domingo y uno de los lugares más frecuentados por los turistas nacionales y extranjeros en la República Dominicana.
De acuerdo con las proyecciones realizadas por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) para el año 2022, la República Dominicana cuenta con una población de 10,621,938 personas, lo que será confirmado por el Censo Nacional de Población y Vivienda pautado para el mes de octubre del 2022. Las proyecciones de crecimiento de la ciudad de Santo Domingo de Guzmán o Distrito Nacional para el año 2022 es de 1,055, 879 habitantes y el de la provincia Santo Domingo de 3,004,509 habitantes, para un total de 4,060,388 habitantes para la Región Metropolitana o el denominado Gran Santo Domingo.