Porque la universidad es otra cosa
Ahora, aquí, allá y más allá, en todo lugar de la República Dominicana, de América y el mundo; toda noche del tiempo que resta al ocaso anual, debe y tiene que ser de noches de paz.
Ya, llegó la comprensión, la indulgencia y el amor compartido. Se vislumbra el más histórico nacimiento, se impone la llegada triunfal del que Era, Es y Será. Es la respuesta de paz a la espera.
Ahora, no es posible renovar desavenencias. Es tiempo de la indulgencia propia de la comprensión.
Es el tiempo de la mirada, el abrazo, la expresión sinceras.
El stop de la diatriba llegó y ojalá perdure por siempre.
Es tiempo de Navidad.
Solo deseo dos cosas para ti y para mí:
1- Que la bendición llegue de lo más alto y nos bañe a todos por igual en la complacencia del que “Si Puede”.
2- Que en una lógica interpretación de lo que el que “Si Puede”, quiere para sus hijos e hijas, el amor sea el protagonista de nuestras acciones y se imponga en cada acto de nuestras vidas.
“Alegría, oración y gratitud son las tres actitudes que nos preparan para vivir la Navidad de modo auténtico “
• Papa Francisco
Que el camino de paz que trilla la Navidad en nuestras vidas sea imperecedero y arraigado por siempre en nuestros corazones.