
La Anguila es un noble pescado azul, anguiliforme y de agua dulce. Su cría es la popular anguila. Su peso puede ser de hasta 4 kg, con dimensiones entre 40 cm y 90 cm.
Los misterios de su vida fueron estudiados por los antiguos eruditos, pero fue a partir del siglo XX cuando se empezaron a obtener respuestas reales. Hace sólo unas décadas se hizo un tratado detallado de sus zonas de desove en áreas isotérmicas de 17º C en el mar de los Sargazos (único en su clase, porque no posee costas).
La familia Anguillidae está compuesta por miembros que poseen un cuerpo inusual, parecido al de las serpientes. La especie más común es la anguila europea, que ha sido introducida con fines reproductores en todos los continentes habitados por el hombre. Es un catádromo, es decir, un carnívoro migratorio que abandona el agua dulce y va a desovar al mar.
Su nobleza como especie radica en que se alimenta de larvas de insectos, gusanos, crustáceos, moluscos, peces pequeños, deshechos y materiales en descomposición.
Tanto los romanos como durante la edad media las usaron para conservar el agua almacenada en aljibes, ya que se alimentaban de las algas e insectos que crecían en dichas aguas y las mantenían aptas para su consumo, especialmente en momentos de sitio a las fortalezas.
Su carne ha sido apreciada desde la antigüedad. Hoy en día alcanza precios astronómicos debido a su escasez provocada por los embalses de los ríos.
Se encuentra en todas las albuferas de España, aunque limitada por la presencia de grandes presas que ha hecho que vayan desapareciendo de la mayor parte del Ebro, Duero, Tajo y Guadiana. También habita en albuferas de las Islas Baleares y en las Islas Canarias.
En muchos países está prohibido el uso de instrumentos mecánicos u otras artes de pesca para capturarlas, pero en la República Dominicana carecen de protección por parte del Estado, con apenas una veda de 7 meses que no es respetada por sus feroces detractores comerciales.
Sus larvas (las anguilas) que se capturan en la costa y en los ríos, hoy en día las crían en tanques circulares específicos en las piscifactorías europeas, ante su cuasi inminente extinción.
La anguila europea ha sido introducida en varios acuíferos ya que el 90% de su cuerpo, se considera comestible y es un producto valioso con una gran demanda.
Es un pescado muy apreciado en Alemania, Holanda, Dinamarca e Italia, pero es especialmente valorado en Japón y China, principales consumidores donde es considerado un auténtico manjar.
En Japón desde 2008 existe una bebida energética hecha con anguila, “Unagi Nobori”, o “Anguila que surge” y es justamente donde están demandando nuestras anguilas, ante su extinción total en sus lares.
El 100% de la sobreexplotación de las angulas que capturan en República Dominicana son para exportarlas, es decir, que esta noble especie no la estamos aprovechando, toda vez que no existen controles internos eficientes y el pago impositivo por estas especies en extinción es insignificante.